Posteriormente a los griegos, serán los romanos los que desarrollarán un sistema más complejo de estudio de la acústica en los teatros al aire libre. La primera referencia escrita se remonta al arquitecto romano Vitrubio, el cual propone en su obra el empleo de vasos de resonancia situados estratégicamente entre la audiencia.
Ilustración I. Ruinas teatro de Vitrubio |
Ilustración II. Ruinas del teatro romano Aspendos |
Los teatros romanos disponían de otro elemento acústicamente activo, el velarium, una lona que protegía a los espectadores del sol. Si bien este material es medianamente reflectante, se puede considerar que su presencia no daba lugar a la reverberación. Si la lona hubiera cubierto la totalidad del teatro, la reverberación habría sido tan elevada que habría impedido su uso como teatro debido a la pérdida de inteligibilidad.
A medida que el ruido general de los mercados que rodeaban los teatros crecía, se fue haciendo necesaria la protección mediante pantallas acústicas del teatro. La construcción de muros y edificios tras el escenario no se debía únicamente a necesidades acústicas sino también a necesidades de la propia representación, pero lo cierto es que esas edificaciones se fueron modificando para favorecer la distribución del sonido, actuando los muros de los edificios como reflectores para reforzar el sonido directo de los actores.
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ResponderEliminarvalla puta mierdaaa
ResponderEliminarholaaaaaa mundooooo
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